Sobre «A propósito de Jaime Durán Barba y su elogio a Hitler», de Diego Peller »
La cuestión podría conectarse con la frase de Karlheinz Stockhausen acerca del atentado contra las torres gemelas (y contra quienes estaban adentro de los misiles, en este caso aviones comerciales) diciendo que había sido "la obra de arte más grande jamás vista". En todo caso, "espectacularidad" en sí, o como elogio. Y, en relación con la nota de Peller y la relación entre espectacularidad...
A propósito de Jaime Durán Barba y su elogio a Hitler »
Diego Peller
Recuerdo una contratapa de la revista Barcelona de hace unos años que me causó mucha gracia: la imagen tomaba como base una publicidad de Nike en la que se veía a un gran deportista (Tiger Woods, Roger Federer, Manu Ginóbili) y algún lema exitista en la línea del clásico Just do it: “Un verdadero campeón siempre va para adelante hasta que consigue lo que se propone”, “Que nada se i...
Cuentos completos »
Rodolfo Walsh
Diego Peller
Nos habíamos acostumbrado a los libritos de cuentos de Walsh. A esos volúmenes livianos, fáciles de doblar y de meterse en el bolsillo, con ese tono impreciso de gris en las tapas. No estaba nada mal el contraste que se producía entre la fragilidad del soporte y la contundencia de esos cuentos soberbios que venían adentro. Como si fuera un gesto deliberado, para recordarnos algo, aunque vaya ...
Ladrilleros »
Selva Almada
Diego Peller
Amanece. Tendidos a pocos metros de distancia, Pajarito Tamai y Marciano Miranda agonizan, entre pastos pisoteados y olor a meo, en un desolado parque de diversiones de provincia, después de haberse batido a duelo con navaja, a causa de una antigua rivalidad que han heredado, legado más pobretón que trágico, de sus padres, Oscar Tamai y Elvio Miranda.
Tenemos así, ya en las primeras págin...
Nuevos secretos. Transformaciones del relato policial en América Latina 1990-2000 »
Ezequiel De Rosso
Diego Peller
En el origen de Nuevos secretos hay –como se deja adivinar en el subtítulo– una tesis de doctorado. Y es que De Rosso, ciego a las culpas, no pretende borrar los rastros de su delito académico. Más inocente, podría pensarse (pero se trata de la inocencia del criminal más puro), el autor opera sobreimprimiendo a las huellas de su tesis las de otro delito aun mayor: el de haberse entregado ...