Inicio » CINE y TV » Amores materialistas

Amores materialistas

Celine Song

CINE y TV

Géneros como la ópera, la novela sentimental o la telenovela existen en la órbita del amor: lo usan como motor narrativo, lo celebran como el triunfo del individuo sobre el mundo, lo ofrecen como una quimera al alcance de todos. Pero, por sobre todo, lo inventan: ¿se puede hablar del amor romántico sin recurrir a los clichés popularizados o impuestos por estos relatos a lo largo de cientos de años? ¿Sin aludir a Romeo y Julieta, La traviata o Titanic? El segundo largometraje de Celine Song —comedia romántica, otro de estos géneros— se pone como premisa programática negar el amor.

La duda sistemática está puesta en boca de una exitosa casamentera (Dakota Johnson) que ya ha logrado nueve matrimonios entre sus clientes con el método estrictamente objetivo de reducir todo a datos simples o cuantificables: edad, ingresos anuales, estilos de crianza, peso y estatura. Sin cinismo, define el matrimonio como una operación de negocios. Ella misma soltera treintañera, sólo contempla casarse con un hombre superlativamente rico —de ahí el título de la película—. Cuando ese millonario aparezca (Pedro Pascal) al mismo tiempo que reaparezca un ex que sigue sin un centavo (Chris Evans), se terminará de plantear el clásico triángulo de la romcom y la pregunta de tesis: ¿existe el amor, y en tal caso, puede triunfar sobre el dinero?

No cuesta mucho ver detrás de la casamentera a una joven directora que aspira a dirigir su primera comedia romántica, y detrás de la compañía de citas para la que trabaja a un estudio cinematográfico empeñado en revivir este género agonizante. Es ciertamente en este plano reflexivo (y casi lúdico) donde Amores materialistas muestra su brillo: en el ejercicio de hacer una película de género yendo a contrapelo de su fundamento mayor, como hacer una de vaqueros sin pistolas, o una de Disney sin matar a la madre en la primera escena. El juego podría asimilarse a lo que Nora Ephron planteó como guionista en Cuando Harry conoció a Sally (Rob Reiner, 1989), quizás el último gran clásico de la comedia romántica. Aunque la restricción en ese caso era algo más tímida: ¿puede existir la amistad entre el hombre y la mujer, o están condenados a que su relación siempre sea amorosa y sexual?

Celine Song había ya hablado del amor en su tan bien recibida primera película (Vidas pasadas, 2023), pero lo había hecho casi desde una perspectiva y un tono opuestos —aunque algo de su estructura temporal, con los encuentros y separaciones de una pareja a lo largo de los años, era deudora también de Ephron—. Con sentimentalismo y una enorme cuota de nostalgia, Vidas pasadas contaba la historia de un amor frustrado por las circunstancias, pero por eso mismo reafirmado como un valor a prueba de todo, con la capacidad de resurgir en cualquier momento y de permanecer igual a sí mismo a lo largo del tiempo. O sea, la primera película se ubicaba decididamente entre las que formulan el constructo cultural “amor” que la segunda quiere cuestionar. El gran mérito de Song en Amores materialistas es lograr un ejemplo consumado del género, respetando sus convenciones, sin hacer trampas ni faltar el respeto a sus formas o a sus consumidores, y aun así impulsar el cuestionamiento crítico de su base y ofrecer una película que reflexiona no tanto sobre la naturaleza humana (gran cliché de la crítica cinematográfica de medio pelo), sino sobre la historia del cine.

 

Materialists (Estados Unidos, 2025), guion y dirección de Celine Song, 116 minutos.

 

14 Ago, 2025
  • 0

    Cloud

    Kiyoshi Kurosawa

    Santiago Pérez Wicht
    13 Nov

    En un depósito de Tokio, Ryōsuke —protagonista de Cloud (2024), el último film del japonés Kiyoshi Kurosawa— compra treinta cajas de instrumentos terapéuticos a...

  • 0

    The Mastermind

    Kelly Reichardt

    Andrés Restrepo Gómez
    30 Oct

    El título no es irónico —el protagonista no es un idiota ni un loco iluminado—, pero tampoco literal: no hay en él ningún genio del crimen, ningún...

  • 0

    Senda india

    Daniela Seggiaro

    Manuel Quaranta
    23 Oct

    La rutina señala que es el hombre blanco quien le da la palabra al indígena, o la cámara, y el indígena, manso, le devuelve lo que se...

  • Send this to friend