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Durante los primeros años de su derrotero, Luis Terán dividió su tiempo entre recolectar y almacenar desperdicios domésticos en botellones de plástico y realizar obsesivamente pequeños orificios sobre distintas superficies relacionadas de forma directa o indirecta con la idea de hogar: envases de productos comestibles, latas de conserva, el cartel de una casa en venta de una inmobiliaria. Algunos de esos objetos perforados se convirtieron en artefactos lumínicos por el simple hecho de colocarles una lámpara dentro, y parecían dialogar naturalmente con el universo de las ambientaciones para cuartos infantiles.
Su muestra en la hoy extinta galería Dabbah Torrejón llevó por nombre Conserva (2010). En la imagen que promocionaba la exposición, se veía un tronco de árbol herméticamente cubierto y protegido a partir de la reutilización de latas de conservas, y sólo se lo reconocía por un nudo que escapaba a la chapa plateada, modelando la preservación de lo inútil, pesado, no necesario. A los pocos meses, mientras cursaba su estadía como becario en la Universidad Di Tella, Terán expuso una escultura compuesta por varios cacharros de cerámica colocados alrededor de una mesa de trabajo, en la que se apreciaba una cadena de eslabones de barro. Denominó esa pieza “Familia”, y lo que a simple vista parecía una instalación por su disposición y tamaño no permitía en realidad un recorrido interno. Las partes se abroquelaban entre sí e impedían todo tránsito, lo que colocaba la estructura dentro del universo de la escultura clásica.
Más tarde, y en paralelo a la muestra de Louise Bourgeois en la Fundación Proa, Terán expuso en el Centro Cultural San Martín una araña lumínica de enormes dimensiones, forzando –o volviendo accesible– un diálogo posible entre escultores con preocupaciones afines. Lo particular de su araña en relación con la de la artista franco-americana era la ligazón literal con las arañas como artefactos de iluminación domésticos, que torna el espacio en una gran experiencia atravesada por lo familiar perturbador.
Dicho esto, es hora de comentar que hasta mediados de septiembre pasado Luis Terán dispuso en la galería Alberto Sendrós su última muestra, abiertamente titulada Vida y obra.
Luis Terán, Vida y obra, Galería Alberto Sendrós, Buenos Aires, 8 de agosto a 6 de septiembre de 2013.
Ver la segunda parte de la reseña
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