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Gran Hotel Abismo

Stuart Jeffries

TEORÍA Y ENSAYO

Continuando la línea de clásicos como La imaginación dialéctica (1973), de Martin Jay, y Origen de la dialéctica negativa (1977), de Susan Buck-Morss, el periodista y crítico cultural Stuart Jeffries revisita ese heterogéneo colectivo de intelectuales que desarrollaron sus análisis, filosofías y políticas a lo largo de casi todo el siglo XX y dieron nacimiento a la teoría crítica: “obra multidisciplinaria de inspiración marxista”, “en oposición a los tres grandes relatos triunfalistas de la historia elaborados por los fieles proselitistas del capitalismo, el comunismo estalinista y el nacionalsocialismo”. Gran Hotel Abismo recorre así, en paralelo, la historia de la Escuela de Frankfurt y las biografías de sus figuras más salientes: Walter Benjamin, Theodor Adorno, Max Horkheimer, Herbert Marcuse, Erich Fromm… Trayectos individuales que de algún modo presienten la Primera Guerra Mundial —por ejemplo, un muy joven Horkheimer escribiendo novelas, mezcla de melancolía, rebeldía y esperanza— y que convergieron desde la posguerra. Jeffries detalla los comienzos y tanteos de la puesta en pie del Instituto, llamado entonces “de Investigaciones Sociales”, su matriz oculta marxista y las relaciones con intelectuales como David Riazánov (Instituto Marx-Engels de Moscú), Bertolt Brecht y Thomas Mann.

Horkheimer bautiza a comienzos de 1930 el quehacer intelectual del Instituto. Y entre los cruces de sociología e historia, filosofía y psicología, economía y artes, algunos de los temas centrales del marxismo: fetichismo de la mercancía y cosificación de la conciencia humana. Para Jeffries, quien da nueva hondura a la teoría es Benjamin, que, a diferencia de Marx, se centró “en los objetos de consumo y no en la producción”. El monumental (e inconcluso) Libro de los pasajes daría buena cuenta de ello. Y también la “imagen dialéctica”, adoptada como metodología por Adorno.

Y luego el destierro: ante el crecimiento del nazismo en Alemania y la propagación del fascismo por Europa, la huida a Norteamérica, donde se reinstala el Instituto; varios miembros, sin dejar de desarrollar sus propias investigaciones y trabajos, colaboran en los “esfuerzos de guerra” de Estados Unidos. Pollock, Neumann, Löwenthal, Marcuse, fungieron —no sin recibir críticas— de “analistas de inteligencia” para alguna institución del gobierno.

Jeffries repasa también la relación de la teoría crítica con las teorías psicoanalíticas, las de Fromm y Marcuse, y se dedica a nuevas personalidades y temas: Buck-Morss y Renée Heberle y sus “interpretaciones feministas” de las teorías de Adorno y de Dialéctica de la Ilustración; Angela Davis, activista, feminista y revolucionaria afroamericana, y su análisis del “complejo industrial-carcelario” en Estados Unidos; Jürgen Habermas y el poder en la esfera pública de la “acción comunicativa”. Por fin, intenta ligar la obra del pasado a otras más contemporáneas, buscando continuidades en libros como Amor líquido, de Zygmunt Bauman, y Abre los ojos. Cómo ver a través de la propaganda, tergiversaciones y mentiras de la vida moderna, de Eliane Glaser.

Gran Hotel Abismo es un pormenorizado recuento de complejas teorías, influencias y polémicas que llevan décadas, y se actualizan en el presente.

 

Stuart Jeffries, Gran Hotel Abismo. Biografía coral de la Escuela de Frankfurt, traducción de José Adrián Vitier, Turner, 2018, 484 págs.

12 Dic, 2019
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