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Entre las sorpresas que dejó 2013 se encuentra, sin duda, Pensar la música desde América Latina, libro publicado por Gourmet Musical Ediciones que recoge algunos de los ensayos del musicólogo chileno Juan Pablo González, director del Instituto de Música de la Universidad Alberto Hurtado de Santiago de Chile y profesor del Instituto de Historia de la Pontificia Universidad Católica de su país. González es, además, uno de los fundadores de la rama latinoamericana de la Asociación Internacional de Estudios de Música Popular (IASPM). Pensar “desde” sugiere, en el título, una clara territorialización. La preposición está siempre presente cuando el autor aborda, discute y reformula, con frescura y claridad, diversos tópicos que resultaron nodales para la llamada “nueva musicología”.
González se hace cargo de la importancia que ha tenido la “revuelta interdisciplinaria” que se hace sentir en la musicología norteamericana a partir de la década de 1980. Los estudios en música popular permitieron, en adelante, poner en tela de juicio la epistemología musicológica y su proclamado cientificismo. Se cuestionaron a su vez, con fuertes ecos posmodernos, los conceptos de obra, escritura, autor, autonomía, identidad; las presunciones universalistas y la construcción de valor que genera un canon.
El autor pasa revista al repertorio de anacronismos que reproducimos a la hora de escribir sobre lo que se escucha. “Después de siglos de análisis de partitura, hemos podido explicar las obras clásicas como estructuras orgánicas de una lógica perfecta. Sin embargo, es necesario reconocer que no contamos con las herramientas suficientes para analizar una simple canción popular en su dimensión performativa, sonora e, incluso, formal, debiendo recurrir a enfoques y terminologías de análisis clásico que no logran dar cuenta a cabalidad del micromundo de la canción popular”. A su juicio, no se ha avanzado tampoco “en la comprensión del significado del texto musical surgido desde su escucha, recepción y consumo”; ni se han encontrado terminologías o enfoques para analizar canciones que no se adscriban al régimen de estrofa-estribillo. Conceptos como “riff” no encuentran en la tradición analítica musicológica modos de ser definidos con propiedad.
“El hecho de que la canción popular permita distintas formas de abordaje es un claro índice de la presencia de diferentes textos en ella. De este modo, si para un crítico literario la canción es un poema, para un musicólogo será un plan armónico y formal, para un ingeniero será una mezcla sonora, para un sociólogo será una agenda de acción social, para un crítico cultural será la manifestación de un cuerpo valórico e ideológico, y para un semiólogo será todas estas cosas juntas y ninguna en particular”. Por eso, la “revuelta multidisciplinaria” ha encontrado en la simple canción popular un terreno fértil y abierto. Lo que propone González es, en definitiva, un “proceso de ensanche del concepto de lo musical en la canción popular”. Y lo pone a prueba en dos formidables ensayos en los que se entreveran la tradición, la modernidad y la vanguardia: uno sobre Los Jaivas, que le permite exhumar la etapa de ese grupo ligada a la improvisación y el experimentalismo, y otro sobre la serie de “Anticuecas” de Violeta Parra –compuestas en relación especular con los “antipoemas” de su hermano Nicanor–, de cuyas páginas emerge una Violeta completamente desconocida y capaz de interpelar a músicos de cualquier tradición.
Pensar la música desde América Latina es una sorpresa doble, si consideramos que este es un medio en cierto sentido yermo: los trabajos de semejante densidad no abundan en nuestro idioma. La “otra” sorpresa tiene que ver, lamentablemente, con la escasa discusión que ha suscitado un libro que sale de la estricta órbita apologética o estrictamente biográfica. El campo musical argentino, que suele ser mudo, terroríficamente cortés o evasivo a la hora de polemizar, tiene en estas páginas una excusa extraordinaria para salir del solipsismo o la cultura del rumor.
Juan Pablo González, Pensar la música desde América Latina, Gourmet Musical Ediciones, 2013, 256 págs.
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