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Un ladrillo escoltado por dos veladores, sobre una alfombra verde que trepa apenas por la pared, resulta una imagen bastante sintética de la exhibición que puede verse por estos días en la galería Ruby. También lo son los jarrones cómodamente apoltronados entre un sillón y una alfombra de intenso azul eléctrico en el centro de la escena, o las máscaras blancas de aire trágico que descansan en una silla junto a una cortina blanca, una lámpara de pie y un Topo Gigio con tenedor en mano y mirada pendenciera.
Más que estar en exhibición, los objetos parecen habitar los espacios; pequeños sets que son, a la vez, un lugar y su reverso, como escenografías dispuestas para la ficción o salidas del sueño. Es un territorio igualmente inespecífico para los ceramistas en cuestión, artistas invitados para explorar usos y técnicas de un material con el que tienen un contacto circunstancial (en algunos casos, puntualmente, esta muestra). Así, Dolores Furtado, Vicente Grondona, Nicanor Aráoz, Laura Códega, Toto Dirty, Maruki Nowacki, Santiago De Paoli, Máximo Pedraza, Gabriel Chaile, Celina Eceiza, Mimi Laquidara y Luis Terán prueban escalas, bocetan contorsiones, texturas y colores, figuran pequeñas cabezas tipo vudú y dildos esmaltados y profusamente decorados, construyen frágiles cadenas de gruesos eslabones, dibujan en vajilla antigua o pintan sobre cerámicas/cuadros.
La curaduría de Sebastián Mercado también resulta una labor al borde del trabajo de ceramista (el propio) y del diseñador de montaje. Él se pregunta por la visibilidad de la disciplina en el campo del arte contemporáneo, anima a unos cuantos colegas a sumarse al proyecto y se interesa por un espacio no exento de teatralidad. Busca, por último, el lugar exacto donde ubicar los objetos.
Objetos decorativos, utilitarios, fetiches, las obras colocan al visitante en una zona intersticial, entre la visita a la galería de arte y el gabinete de curiosidades. Desde sus repisas, mesas, alfombras, sillas y sillones, lo miran pasearse por los sets, regulando la distancia (más cerca, más lejos, por debajo de las rodillas, por arriba de la línea de los ojos, fuera de la escala humana), pensando en sus propios objetos y espacios cotidianos, ahora levemente transfigurados.
Cerámicas sin ceramistas. Obras, pruebas y bocetos, curaduría de Sebastián Mercado, Galería Ruby, Buenos Aires, 7 – 10 de noviembre de 2017.
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