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Pausa. Epílogo

CUADERNOS DE ARTISTASDURACIÓN
A primera vista, la figura del editor conduce el trabajo conjunto de Cecilia Szalkowicz y Gastón Pérsico. Las decisiones sobre los elementos, los modos de diseminar la información, la construcción de un tipo de fantasía a partir de materiales industriales de rápido reconocimiento parecen ser desprendimientos del sistema modular del que parten.

A primera vista, la figura del editor conduce el trabajo conjunto de Cecilia Szalkowicz y Gastón Pérsico. Las decisiones sobre los elementos, los modos de diseminar la información, la construcción de un tipo de fantasía a partir de materiales industriales de rápido reconocimiento parecen ser desprendimientos del sistema modular del que parten. Sin embargo, el paladeo del mecanismo de construcción del libro y la hiperatención a la actividad editorial (tal como la propone Bruno Munari) es en realidad el instrumento con el que poner en marcha una máquina autónoma. Las posibilidades del procedimiento emergen cuando convierten un programa de búsqueda de imágenes por asociación en un dispositivo con el que desarrollar un libro. La imagen publicitaria del perfume Monsieur Carven, por ejemplo, una fotografía no localizable en la web y la sucesión aleatoria de imágenes vinculadas que el programa ofrece son el material de Me siento con suerte (2014). Pero la primacía del procedimiento reaparece cuando presentan una fotocopiadora capaz de ofrecer copias únicas, por el simple hecho de disponer de papel impreso con diversos textos en la parte inferior. Cada fotocopia allí realizada genera una multiplicidad de vinculaciones entre textos e imágenes, acciona un sistema de producción que une partes y expresa la arbitrariedad de toda relación (Copy-Paste: Autozine, 2009). La pericia de los dispositivos nos ofrece una “maquinaria causal” y no sólo un experimento protagonizado por el azar. Dar con el procedimiento automático, con la máquina de hacer, es a su vez el modo de expandir la forma de colaboración de estos dos artistas y no necesariamente un guiño vanguardista. Tomar un sistema combinatorio, una herramienta nunca inocente de organización para desarrollar una práctica contextual, ubica a los autores en una zona de indeterminación y facilita a su vez el método que, seguramente, mejor los corresponde.

Pausa sigue la misma constante: descubrir un procedimiento externo capaz de proveer una forma. The Americans es una serie de TV escrita por Joe Weisberg y protagonizada por un matrimonio de espías de la KGB, infiltrados como ciudadanos estadounidenses en los suburbios de Washington dc en plena Guerra Fría, que llevan una doble vida. La serie empezó en 2013 y hasta el momento se han emitido tres temporadas. Cada una de las imágenes que aparecen en Pausa corresponde a un episodio de la tercera temporada de The Americans. Sin embargo, estas imágenes no resultan de un proceso de selección. Surgen a partir de una medida de tiempo. A los cuatro minutos y treinta y tres segundos la estructura secuencial se detiene y fija la imagen. Los trece fotogramas son el resultado de la conjunción de un método de escucha y un producto pop. La máquina, esta vez enfundada en un sistema de duración, fue creada por John Cage. La pieza 4’ 33’’ no fue estrenada por él sino por su amigo David Tudor. El 29 de agosto de 1952, Tudor se sentó frente al piano en el Maverick Concert Hall de Woodstock, abrió la tapa del teclado y permaneció en silencio durante cuatro minutos y treinta y tres segundos. Durante ese lapso, mientras leía su partitura, no tocó el instrumento, solo abrió y cerró la tapa del teclado para indicar tres movimientos. Al finalizar, volvió a cerrar la tapa y abandonó el escenario. Ese afuera sonoro, compuesto por el público y el ambiente en general que atraviesa la “pieza insonora” de Cage, se nos presenta aquí como imagen. La detención programática nos descubre un tipo de observación extendida, un fuera de campo activo, ya que como recuerda el verso de Ben Lerner: “Cuando hay un solo objeto, el ojo se preocupa”. Observar pero también alternar, distanciar, restringir y hacer ver. Atender a lo que acontece en el acto de mirar. Deducir una significación, allí donde la comunicación ha sido desprovista de elementos. Una operación de montaje, una suerte de assemblage producido por el encuentro de dos elementos, genera una relación secuencial quebrada. El dispositivo de atención nos enfrenta a una narración que experimenta su independencia.

 

Mariano Mayer es poeta y curador independiente. Publicó poesía (Justus, Fanta y Alguacil) y libros de artista (Café, We are ugly but we have the music y Sueltos).

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