Inicio » MÚSICA » Mistonguero
MÚSICA

El piano introduce el motivo que dará forma al tema, y la expectativa ante un posible compás de tercer tiempo muy marcado, casi un golpe que se transfiere a los pies del varón bailarín, se cumplirá con gusto a cosa conocida, o al menos acreditada en una de las tradiciones más veneradas del tango “del cuarenta”: Pugliese. Así comienza “Mistonguero”, tema de Víctor Lavallén que presta título al nuevo disco de Orquesta Escuela de Tango Emilio Balcarce. Con un atractivo sistema de rotación de directores, la orquesta juvenil ideada por Ignacio Varchausky es quizá el epítome de la gran empresa arqueológica con la que el mundo del tango viene explorando, desde hace varios años, su propio pasado. Es cierto que presenta algún parecido con la orquesta del Lincoln Center gestionada por Wynton Marsalis, aunque todos sabemos cuál es la diferencia: entre el swing y el siglo XXI, al jazz le pasaron muchas cosas. Al tango, no tantas. Y esto juega a favor del proyecto de Varchausky, en cierto modo lo salva de convertirse en un anacronismo indecoroso, salvo que creamos que todo el tango lo es por naturaleza.

La batuta de Lavallén, quien supo ser bandoneón de Pugliese cuando allí también estaban Ruggiero, Plaza y Penón, es brillante en todo sentido. La Orquesta suena ejemplarmente, con un lenguaje bien articulado, rico en matices dinámicos y con gran elocuencia en la interpretación. La paleta estilística es ancha, de Pugliese a Gobbi y de Troilo al Piazzolla de “Villeguita”, con perlas sueltas de Raúl Kaplun (el arreglo de “Tierra querida” de Julio de Caro) y de Eduardo Rovira (el arreglo de “Febril”, del propio Rovira, para la orquesta de Osvaldo Manzi). Estas elecciones no son casuales ni inocentes: revelan una retrospectiva exquisita, un ahondar en linajes no siempre bien tributados.

Pero si uno ya tiene suficiente edad como para recordar, de una TV en blanco y negro, la prestancia otoñal del último Troilo o la encorvadura grotesca de D’Arienzo, la audición de este disco, como las de los anteriores de la Orquesta Escuela, produce una cierta extrañeza. Porque Mistonguero no suena como “del cuarenta”. Ni como “del cincuenta”, aunque sus raíces estilísticas estén en aquellos suelos. En realidad, este tango, que no es nuevo pero tampoco definitivamente histórico, parece interactuar, tensamente, con aquellas expresiones agónicas de la música alguna vez llamada “ciudadana”. Es como si la nueva generación de músicos de tango se hubiera propuesto enmendar el recuerdo desanimado que todos –o casi todos– conservamos de Grandes valores del tango y del declive de un género musical que había sido enorme. No es sencillo saber si lo logra o no; si logra convencernos de que vale la pena revisar ya no la época “dorada” del tango, sino incluso los años en que la orquesta típica inició su eclipse televisado, atrapada entre la pulsión suicida y el gesto parricida perpetrado por otras músicas, entre ellas la de Piazzolla. En todo caso, hay un dato interesante, que tal vez se nos pasó por alto cuando nos rebelamos contra el blanco y negro: Lavallén, como otros de su generación y su talento, estuvo ahí, tocando entre los escombros de una música que no se entregaba tan fácilmente. Y siguió haciéndolo, un poco al margen de muertes y resurrecciones. Eso nos dice Mistonguero, con toda la persuasión de la que es capaz la Orquesta Escuela.

 

Mistonguero, Orquesta Escuela de Tango Emilio Balcarce, dirigida por Víctor Lavallén, Los Años Luz / TangoVía, 2013.

22 May, 2014
  • 0

    Charly García y el Elderly Pride 2024

    Pablo Schanton
    17 Oct

    Gloria Guerrero: ¿Estás viejo ya para ser maestro de escuela?

    Charly García: No, los maestros de escuela son viejos.

    Humor, junio...

  • 0

    Otra ofrenda musical

    Ensamble Tropi

    Gustavo Toba
    10 Oct

    La Ofrenda musical fue compuesta por Johann Sebastian Bach en 1747, tres años antes de su muerte. Es una obra de gran complejidad formal en la que...

  • 0

    The Sky Will Still Be There Tomorrow

    Charles Lloyd

    Sergio Pujol
    19 Sep

    El 15 de marzo de 2024, con un sempiterno sol matinal entrando por la venta de su hogar en Santa Bárbara, Charles Lloyd festejó su cumpleaños número...

  • Send this to friend