La lluvia de verano »
Marguerite Duras
Juan F. Comperatore
Retazos de voces, murmullos y miradas; de pasiones indómitas que se encrespan en cuerpos exiliados; de gestos capturados al filo del acontecer: Marguerite Duras no cuenta historias, sino sus fisuras, sus huecos, sus agujeros. Procuraba, según dijo, “atrapar las cosas más que decirlas”. Este denominador común que abarca su extensa obra puede asimismo percibirse en la elíptica Lluvia de verano,
La difherencia »
Diana Sperling
Emmanuel Taub
I. La extranjería, el lenguaje vuelto palabra y la palabra habitando el texto. El texto como patria —así lo escribió George Steiner sobre el judaísmo— y la patria como orfandad, como quebradura y copia, como las Segundas Tablas de la Ley luego del evento del becerro de oro. La ley ahí, revelada, anudada a un recuerdo que siempre debe ser