Otra Parte es un buscador de sorpresas de la cultura
más fiable que Google, Instagram, Youtube, Twitter o Spotify.
Lleva veinte años haciendo crítica, no quiere venderte nada y es gratis.
Apoyanos.
Visto desde el presente, no parece casual que la dramaturgia de Griselda Gambaro haya tenido varios de sus primeros estrenos en el Instituto Di Tella, donde se gestaba la vanguardia de los sesenta, donde irrumpían el happening, la performance, la expansión del teatro hacia otros géneros y otras artes. En sus comienzos, Gambaro abrió una brecha estética diferente de la tendencia realista que imperaba en la época, creó un teatro de invención afín al absurdo, en diálogo con los modernismos latinoamericanos y europeos, siempre lejos del costumbrismo.
El teatro vulnerable reúne ensayos, conferencias y artículos sobre teatro producidos desde 1972 hasta la actualidad. El conjunto delinea la figura pública de Gambaro como aguda polemista en el campo del teatro argentino e hispanoamericano, como una activa agente de intervenciones puntuales pero contundentes, de ideas fuertes y refractarias a las modas estéticas. “Como vemos, el texto dramático no es ‘algo listo y cumplido’ sino flexible e inacabado, por más perfecta que sea su expresión literaria. Esto lo vuelve frágil pero también le concede solidez colectiva: su destino es pasar a otras manos, donde será atenuado o exaltado, deformado o engrandecido”, sostiene en un artículo de 1985. Su dramaturgia se reconoce como un componente más del hecho teatral que se constituye en la trama colectiva formada por directores, actores, escenógrafos, iluminadores. La “vulnerabilidad” del teatro está en su condición efímera, pero su carácter colectivo y perecedero es también lo que asegura su continuidad y su fuerza frente a otros lenguajes.
Gambaro discute en un artículo con un conocido crítico por la interpretación de la muy recordada versión que hizo Alberto Ure de Puesta en claro, en otro polemiza sobre todo con el director Augusto Fernandes acerca de la dramaturgia argentina, en una conferencia reflexiona sobre las mujeres y la dramaturgia, y revisa en una nota los estrenos de sus obras en el Teatro San Martín. Son muchos los nombres de directores y actores que surgen de estas páginas y configuran una constelación ligada al universo gambariano. “He dicho alguna vez que toda puesta en escena es un malentendido, triste o afortunado, con el autor o autora”, recordaba en una mesa redonda en 1991. En un teatro argentino en el que cada vez más los dramaturgos son directores de sus textos, la riqueza de ese malentendido tiende a menguar.
También prolífica escritora de narrativa, Gambaro dedica varios ensayos a la relación tensa y fluida a la vez entre literatura y teatro. Se asume como una dramaturga formada en la lectura de narrativa y de la tradición dramática, y de ese origen mestizo proviene también su gran libertad a la hora de hacer uso de los géneros. Desde las historias de piratas hasta las de vampiros o gángsters, pasando por la reescritura de Frankenstein, Gambaro usa los géneros y la tradición literaria para hacer su teatro, para encontrar otras formas y ensayar otros tópicos.
La virtualidad de la escena pulsa constante en las minuciosas indicaciones escénicas y en las voces de los textos teatrales de Gambaro, así como se palpa en estos ensayos la virtualidad del campo artístico y algunos de sus integrantes con los que discute, discrepa y, a veces, coincide.
Griselda Gambaro, El teatro vulnerable, Alfaguara, 2014, 224 págs.
Los temas o problemáticas “de género” pasaron en unos años de estar en la cresta de la ola a estar entre los enemigos anatemizados por la sensibilidad...
“Arriba los corazones en todo caso/ Jóvenes acostumbrados/ A las tragedias que terminan bien/ Ésta no puede terminar peor”, escribió Nicanor Parra en el poema que oficia...
Ya con su tercera obra en cartel (después de las exitosas Paraguay y Las reinas), podemos ver perfilarse algunos patrones en la dupla Grinszpan-Maciel: piezas entretenidas y...
Send this to friend