Otra Parte es un buscador de sorpresas de la cultura
más fiable que Google, Instagram, Youtube, Twitter o Spotify.
Lleva veinte años haciendo crítica, no quiere venderte nada y es gratis.
Apoyanos.
Desde que Néstor Perlongher bautizó el concepto “neobarroso”, se creó un universo literario que funde en un movimiento ágil el Barroco y el barro del Río de la Plata. En una carta enviada al escritor Osvaldo Baigorria, Perlongher lo define como “un barroco de trinchera, de puto de barrio” y, desde su exilio tropical en Brasil, despliega relatos que, subrepticiamente, suceden en aquel paisaje lodoso rioplatense. Prácticas de resistencia y conjuro para preservar el universo secreto de los deseos.
Tal vez el modo más sustancial para pensar el latinoamericanismo se encuentre en la raíz barroca de nuestro continente, ese arte de contraconquista que —en los márgenes y a fuego lento— conforma un entretejido de alusiones y excentricidades dispuestas a navegar por frondosos caudales de aguas profundas y subterráneas, un movimiento de la imaginación por la naturaleza indómita.
Cruce en el río es un proyecto donde afloran las texturas neobarrosas de nuestro suelo en un continuo fluir de imágenes y referencias; historias ocultas o marginadas de los relatos oficiales. Un guiño a tradiciones residuales o parasitarias que se enfundan sobre una visión crítica del poder. Una revalorización del barro como respuesta creativa al orden represivo y como fuga de la subjetividad canónica hacia una ética de la sensualidad. Desde esta orilla, blanda y fangosa, Adriana Bustos compone un mapeo de variados recursos visuales como el dibujo, la escultura y el video, para explorar la relación del cuerpo que pulsa insistentemente por restituir su presencia. ¿Cómo narrar el neobarroso en imágenes?
Al ingresar en la sala, tres esculturas en barro adquieren gran relevancia. En el centro, nereidas posan sobre bases marrones, escenificando aquella fantástica sensibilidad rioplatense. Alrededor, una serie de dibujos enmarcan el culto a nuestras orillas: oleada tras oleada, las imágenes condensan sedimentos de una gran expedición por nuestras costas.
La exposición navega, y se funde, en el cauce de un río. Un escenario que experimenta la mirada infrarroja del paisaje, desde el limo tropical caribeño y su encuentro fraterno con el lodo húmedo de nuestras costas. Operaciones dialécticas conforman el atlas visual que Bustos extiende donde tiempos y espacios apartados entre sí se encuentran, como el Barroco en el barro. Así, las crónicas de Ulrico Schmidl en la cuenca del río Paraná reverberan significativamente en las luchas que hundían el suelo inestable de nuestro territorio durante los gobiernos dictatoriales, con su inherente violencia para acallar el descontento social.
Frente a los negacionismos y la historia de la opresión, la disputa por el control de cuerpos y territorios, la fiesta y el cruising como válvula para expandir el deseo, y las interacciones político-afectivas en prácticas comunitarias como el carnaval, los ensayos visuales de Adriana Bustos reescriben un viaje posible, amarronado e intuitivo a través de la trama acuosa y exudante del barro.
Adriana Bustos, Cruce en el río, Centro de Arte Contemporáneo, MUNTREF, Buenos Aires, 13 de abril – 14 de septiembre de 2024.
En toda la obra del artista español Marcelo Expósito (Puertollano, 1966) se entrelazan el arte y el activismo, y un constante interés por construir, de manera complementaria...
La historia de la pintura del último siglo se podría escribir como la historia de sus modos de lidiar con la expectativa de permanencia. Trastocar la voluntad...
Al entrar en la sala, nos recibe una placa con un dato histórico sobre el espacio: antes de ser un centro cultural municipal, fue el...
Send this to friend