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La historia de la literatura está llena de libros de cuentos que prologaron novelas magistrales. Conjuntos de relatos que actuaron como laboratorios narrativos, donde escritores como Miguel de Cervantes, James Joyce o Mercè Rodoreda ensayaron mecanismos y estrategias que después extendieron y maduraron en sus obras maestras. Menos común es que el libro de formación sea de crónicas y que no obstante prepare un gran artefacto de ficción. El periodismo es un gran gimnasio, pero a menudo desaparece sin dejar rastro. Pensemos en el vínculo evidente entre Los funerales de la Mamá Grande (1962) y Cien años de soledad (1967), que sin embargo eclipsa las decenas de crónicas anteriores de Gabriel García Márquez que también prepararon su principal novela de ficción.
Gracias a la repercusión internacional de Temporada de huracanes (2017), tenemos ahora acceso a este espléndido libro de crónicas y ensayos autobiográficos en el que la escritora mexicana Fernanda Melchor (1982) construye el horizonte físico y moral que después acogió y potenció su novela (metamorfoseado en ese pueblo decadente y fantasmagórico llamado La Matosa). No es casual que el primer texto de Aquí no es Miami sea “Luces en el cielo”, donde la narradora rememora la noche en que vio un OVNI, en aquellos tiempos en que no paraba de leer tebeos. Porque se trata del relato de una traducción de la ficción a lo real, de la imaginación a los hechos, de la ingenuidad infantil a la madurez cronista: en verdad lo que empezó a ocurrir a principios de los noventa fue la llegada al litoral mexicano de avionetas cargadas de droga colombiana. Cómo el narco cambió la vida de los habitantes de Veracruz es el foco de Aquí no es Miami, que se abre en abanico de opciones técnicas y pociones literarias para asegurar la variedad y el interés. Se trata de un proyecto contemporáneo y afín al de Magalí Tercero en Cuando llegaron los bárbaros (2011), donde también encontramos modos no convencionales de practicar el relato documental, acercamientos heterodoxos al arte de la crónica. Después de estos cuentos sin ficción, Melchor regresó a la imaginación armada hasta los dientes y sin un gramo de ingenuidad; pero no es extraño que en el ADN de Temporada de huracanes haya una historia real.
Fernanda Melchor, Aquí no es Miami, Literatura Random House, 2018, 160 págs.
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