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TEATRO

“El estado de ánimo subyacente durante esta pandemia es afectivo. Implica una alternancia compleja y contradictoria de emociones […], una intensa sensación de sufrimiento que se alterna con la esperanza, el miedo que se desarrolla junto con la resiliencia, el aburrimiento que se funde con la vulnerabilidad”, afirmaba en agosto de 2020 la filósofa ítalo-australiana Rosi Braidotti sobre qué implicaba una pandemia a escala mundial. En ese espacio cargado de contradicciones existe Pibitxs del río, obra dirigida por Iván Moschner y con texto de Fabián Díaz, también escrito durante 2020.

La obra se basa en la historia de Mauro Ledesma, un joven de 23 años que quedó varado en Chaco debido a las restricciones impuestas por la cuarentena de 2020 y decidió, en octubre de ese año, cruzar a nado el río Bermejo con la intención de reencontrarse con su mujer y su hija en Formosa, una de las provincias del país en las que la circulación estuvo más restringida. Su cuerpo fue encontrado días después por la policía chaqueña y la causa fue asfixia por sumersión (“Y el río se lo quedó”, se puede leer en el programa de mano que explicita el origen documental de la obra). Este doloroso caso de la vida real ofrece un punto de partida para desnudar no sólo las incapacidades del sistema sanitario, sino también la desigualdad de una sociedad que, al tiempo que nos pedía actuar en comunidad para detener el avance del virus, exigía nuestro aislamiento.

Gracias a una puesta en escena minimalista, el trabajo de Delfina Colombo en la piel de Javi, nombre que le da Díaz al protagonista, consigue una caracterización clara y concisa. El cruce de género de la intérprete respecto del personaje se presenta como una clave que puede resultar opaca; acaso el "pibitxs" del título y la actriz en el rol masculino procuran invocar no sólo al Mauro de la vida real sino a otrxs que podrían estar en su lugar. Javi es uno de tantos cuya situación no sólo lo ubica en el espacio de incertidumbre colectiva de la época, sino que además a partir de ella define un objetivo: cruzar el río a nado, al abrigo de la oscuridad, para poder encontrarse con su familia.

La serpenteante luz roja ubicada en escena en todo momento frente a Javi representa una barrera insuperable que se vuelve cada vez más visible a medida que su convicción crece, gracias a la austeridad desarrollada por el iluminador Fernando Berreta. El diseño de espacio y vestuario de Mirella Hoijma y el diseño sonoro de Marina Baigorria, por su parte, logran sumergirnos en el estado físico y mental de Javi. Cuando su parlante Bluetooth, su única fuente de música, se queda sin batería, esta ausencia da pie al augurio de su desenlace.

Este final, aunque avisado desde un principio —a fin de cuentas, se basa en una historia real—, encapsula la distorsión de nuestra percepción en los interminables meses de 2020, un contexto tan frágil como inescrutable. Pibitxs del río opera como una instantánea de un momento muy específico, no necesariamente de la pandemia o de la cuarentena, sino de la etapa en la que se intentaba empezar a procesar lo que sucedía, y por la urgencia de la situación, resultaba casi imposible convertir el subtexto en texto. Eso se hace más evidente al cabo de cinco años, cuando el carácter efectista queda expuesto y la innegable intensidad de los sucesos limita la posibilidad de examinar la situación más allá del lugar común de la tragedia anunciada.

Sin embargo, esto no disminuye la potencia trágica de la obra de Díaz. A través de la ficción, la obra consigue, en gran parte, darle una densidad social y subjetiva al episodio. Así, invita al espectador a ampliar su percepción de la pandemia a través de la historia de quienes ocupaban un espacio de exclusión aun antes de que ocurriera. Pibitxs del río es una historia de pandemia, pero no es sólo eso. Es un recordatorio —otro— de un sistema que al descartar a quienes se encuentran en sus márgenes crea situaciones en las que la única alternativa posible es nadar contra la corriente, y esperar que no nos hunda en su indiferencia. Como titula Braidotti su texto citado más arriba: “En esta estamos juntos, pero no somos todos iguales”.

 

Pibitxs del río, dramaturgia de Fabián Díaz, dirección de Iván Moschner, El Grito, Buenos Aires.

10 Jul, 2025
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