Inicio » OTRAS LITERATURAS » El libro de la locura

El libro de la locura

Anne Sexton

OTRAS LITERATURAS

¿Qué es un libro de la locura? ¿Un diario que da cuenta de una progresiva pérdida de la razón, un libro escrito en estado de locura, o un libro que se pregunta por la locura? Para Anne Sexton es escribir “con un cuchillo en la axila”, es decir cuando el sentido de cada cosa se estremece y está a punto de ser cubierto por una ola que no se comprende pero se ve venir. Escribe entonces un libro que no habla de la locura, sino que le da un borde, un incierto muro de contención entre lo que se dice y lo que se deja entrever en los poemas. El libro texto de la locura no tiene aquí nada que ver con una estética surreal: se construye como testimonio de un sentido que está en tren de deshacerse, y a la vez como límite a esa disolución. La poesía es ese borde, esa sujeción dialéctica entre el cosmos y el caos que se pelea verso a verso. Es también lo que hace de cada poema una unidad: las imágenes que se suceden no siempre pueden pensarse en relación con un sentido determinado, pero el golpe de sentido del fin del poema hace que se las sienta precisas y productivas, e imponen un método de relectura intensa. La unidad del poema se refuerza, la imagen no se deja reducir, no se decodifica, pero se expande, se ilumina de las oscuridades y destellos de otras adyacentes, abre zonas de contigüidad y delinea posibilidades plásticas, imaginativas, semánticas, afectivas (se siente tan cercana que la querríamos bilingüe y en rioplatense); explora una manera de estar, en las palabras y más allá o más acá de ellas; busca orientarse en los universos discursivos y busca orientarlos hacia otro lugar. Ahí hay sorpresa y lo que sale es una interjección; ahí lo heredado, como las imágenes cristianas, desde la historia de Jesucristo a las presencias angélicas, interpela y se transforma, para humanizarse cada vez más; ahí se saldan las deudas y se reconocen las ganancias en las relaciones con la madre, consigo misma; ahí se ve que una mujer es un sujeto que se hace y se deshace en esos intersticios no sin dolor (en “Ana que estaba loca”, se interpela a sí misma: “¿yo te volví loca?/ ¿yo subí el volumen de tus audífonos y dejé pasar a las sirenas?” Y se exhorta: “Desde la tumba escribime, ¡Ana!/ eres nada más que cenizas pero aun así / levanta la lapicera Parker que te regalé. / Escribime. / Escribe”, aunque en “La asesina” se fingía una: “Yo soy el centro del sentimiento”) .

El punto extremo de la división subjetiva retorna en los poemas como clave de una diferencia entre palabra y cosa, entre cordura y locura, entre un yo y otro; al mismo tiempo desde ese desgarro se hilvana una poética que da cuenta de la división como experiencia común del dolor. Reclama ser leída de este lado de la ficción de unidad como esa lucidez extrema que se llama, a veces, en nuestra sociedad, locura, la zona donde el poema todavía es posible como tal.

 

Anne Sexton, El libro de la locura, traducción de Noelia Torres, Caleta Olivia, 2019, 76 págs.

12 Mar, 2020
  • 0

    El hombre que se arrojó al mar en el más improbable de los navíos

    Edward Lear

    Anahí Mallol
    25 Jul

    Ya se ha dicho varias veces que leer a Edward Lear es una delicia. Por varios motivos: hay una delicia del lenguaje que juega, y cuando juega...

  • 0

    Esa gente que no conocemos

    Lydia Davis

    Graciela Speranza
    18 Jul

    “¿Qué escritor no querría deslizarse por la superficie de las cosas sin dejar de calar hondo, descubrir una historia en cualquier parte, atender a las voces de...

  • 0

    Si este no es mi hogar, no tengo un hogar

    Lorrie Moore

    Manuel Álvarez
    11 Jul

    Lorrie Moore es hoy la máxima exponente de la tradición norteamericana (Hemingway, Welty, Cheever) de autores cultores del cuento; es decir, autores que también escriben novelas (malas,...

  • Send this to friend