Reflejo de un sueño

“Una argentina vive en Berlín. A veces extraña y junta las cajas de leche vegetal que la familia consume”, dice Claudia del Río en un texto que acompaña la muestra Reflejo de un sueño, de la artista plástica Celeste Najt, quien eligió presentar sus trabajos en su Buenos Aires natal, tal vez como una manera de delinear mapas. Pero mapas que no son sólo geográficos, sino también relacionales y que parecen reflejar la existencia y sus ciclos, como el de las cajas recolectadas, que dejan de ser soporte para convertirse en experiencia y memoria.

De hecho, formatos y espacios juegan en la muestra que puede verse hasta el 5 de diciembre en Quimera Galería. Cada obra finge “contener” formas, que son infinitas en su abstracción. Desde la vidriera se ve parte de la obra que le da título a muestra: un lienzo que cuelga del techo al piso de más de diez metros de largo. En ese mismo espacio, torres forradas de mapas parecen custodiar esa tela que se expande y por último, doce cuadros juegan el papel de instantáneas, de álbumes familiares, de bitácoras de viaje.

Según dijo la propia Najt a quienes asistieron a la inauguración, “los títulos de las obras son muy importantes”. De ese modo, eligió la polisemia como la principal característica del idioma de la pintura. La eternidad del lienzo indica que el “Reflejo de un sueño” es ilimitado. Las esculturas de torres empapeladas de mapas se llaman “Towers of Meaning” (Torres de significado), como si quisieran explicar cada recorrido en su imponente verticalidad. Por último, los doce lienzos parecen documentar todo aquello que ocurre en el cuerpo que cada humano habita. Entre sus títulos están “The Way You Look at Me” (La forma en que me mirás), “Placeres sencillos”, “Fantasmas buenos”; la dupla “Understanding the Past” y “Understanding the Present” (Entendiendo el pasado y Entendiendo el presente) y “Abrazos infinitos”, entre otros.

Con los colores fríos de la nieve de Berlín y los pasteles que evocan la primavera de Buenos Aires, las formas dentro de las obras de Najt parecen mutar más allá de que abracen sus soportes. La muestra invita a volar, pero también a detenerse por un momento en un jardín que no es un jardín. A seguir una lógica de una belleza fragmentada que, paradójicamente, fluye.

Otro de sus “títulos importantes” es “La música desconocida”. Tal vez, como un guiño de Najt a los espectadores que piensan en una playlist imaginaria para la contemplación.  Una de las canciones posibles es “Jóga”, de Björk, que habla de los “paisajes emocionales” y que entiende la belleza que desborda (lienzos y torres) al decir: “Estado de emergencia / qué bello que es estar ahí”.

Como una historia intensa contada con colores amables, “Reflejo de un sueño” interpela pero también acaricia e invita a que nos animemos a trazar nuestro  recorrido. Porque tal como dice Claudia del Río, “¿Pintar es caer? ¿Pintar es una caída? Pintar sostiene también y es trepar como se trepa un árbol sin hacerle daño”.

Celeste Najt, Reflejo de un sueño, Quimera Galería, Buenos Aires, 20 de octubre – 5 de diciembre de 2023.