La invención de la literatura

Adentrarse en la lectura de La invención de la literatura. Una historia del cine puede propiciar algún que otro equívoco. Porque, por un lado, si nos atenemos al título del libro, es posible que el lector espere comprender en qué sentido una realidad como la del cine puede formular la invención de algo que la precede, como es la literatura. Y luego, porque es esperable también que se nos ofrezca un aporte al análisis crítico histórico de la relación entre cine y literatura, desde los primeros experimentos del cinematógrafo hasta el cine contemporáneo, teniendo en cuenta la manera en que el cine ha adaptado y adoptado elementos propiamente literarios, como la trama, los escenarios, los personajes y la propia estructura narrativa, para crear su propio lenguaje.

Aunque en buena medida estas expectativas puedan resultar satisfechas, el trabajo de Hernán Sassi apunta además en otra dirección. El análisis histórico en términos de aparentes etapas sucesivas del cine y sus vínculos con la literatura sirve como un camino que necesariamente hay recorrer para llegar, en el capítulo central sobre el Nuevo Cine Argentino, a la hipótesis más importante del libro. Es que el autor nos informa que la idea de hacer un libro como este es la consecuencia y el desprendimiento de un proyecto de mayor aliento y en preparación, ya que descubrió en la fase de elaboración del material que, para presentar sus ideas sobre el Nuevo Cine Argentino y su íntima relación con la literatura, tenía primero que contar la historia del cine todo, y desde sus inicios.

Es por esta razón que de los primeros capítulos se desprende un relato. En los orígenes del cinematógrafo la literatura aparece relegada a un lugar secundario, y la experiencia de esta nueva esfera del arte parece estar más vinculada con la pintura, el teatro, el circo y la feria de atracciones. Es a través de los filmes pioneros de Griffith y Eisenstein como la literatura empieza a ser un factor central y un modelo esencial para su constitución. Una vez establecidos el lenguaje y la técnica narrativa, la maquinaria de Hollywood va a ceñirse fundamentalmente a la adopción de los argumentos literarios; es decir, a la incorporación de sus tramas, a trasponer sus historias. Pero es realmente en el cine moderno donde se produce ese reencuentro con la materia literaria que Sassi llama “la invención de la literatura en el cine” (una verdadera instancia dialógica entre uno y la otra, una cohabitación de las disciplinas). “Así es cómo, del tiempo de fusión y de la inspiración en las otras artes, se pasó al de la fricción mediante la cual el cine volvió al origen, a ser un territorio fronterizo de disputas y tensión entre las artes”. Considerándolo de este modo, el cine moderno no va a revivir mansamente la literatura: “la manipulará, la tergiversará, y hasta la saqueará sin contemplación alguna, o dicho de otro modo, con la avidez de quien quiere construir un nuevo imperio a sus expensas”.

Entonces leemos que hay un repentino salto témporo-espacial en ese relato, consecuente con la orientación del trabajo que el libro pretende, que es el pasaje de la caracterización del cine mundial al contexto específicamente local y al pasado inmediatamente reciente: de lo que se trata ahora es del Nuevo Cine Argentino. Y es quizás en este movimiento donde reside la verdadera originalidad del texto. Porque si hace algo más de quince años, en un libro primero sobre el tema llamado Otros mundos, Gonzalo Aguilar constataba la existencia de un cine argentino caracterizado por un “nuevo régimen creativo” que lo distinguía de su etapa anterior, Sassi nos sugiere hoy que la fundamental singularidad y el rasgo estrictamente distintivo de aquello que se dio en llamar en nuestro ámbito “nuevo cine” pasa por un tipo de relación particular de este con el discurso literario, propia del cine moderno.

A la espera del trabajo (“mi ballena blanca”, como el autor lo llama) que amplíe y aclare estas ideas, tenemos La invención de la literatura, un libro valioso, informado y de lectura ágil, que compensa muchas veces con potencia expresiva alguna que otra fragilidad argumentativa y ciertos deslices caprichosos en la interpretación de determinados fenómenos culturales.

Hernán Sassi, La invención de la literatura. Una historia del cine, anti-prólogo de Raúl Perrone, Red Editorial, 2021, 200 págs.