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Carlo Ginzburg vinculó el trabajo del erudito Giovanni Morelli, que a fines del siglo XIX se encargaba de atribuir las pinturas de los viejos maestros, a los estudios del inconsciente de Freud ―fundamentalmente en las manifestaciones oníricas― y a las deducciones que hacía Sherlock Holmes para resolver sus casos. Lo que los une, señalaba Ginzburg, es que en esos ejemplos los detalles cobran sentido, constituyen índices de una trama subyacente que, como sucede en Cómic, terminan superponiéndose a la historia y la refuerzan.
El Murciélago Eneas, protagonista de la novela, es el fercho de la agencia encargado de trasladar a Naal Palus, famoso pintor local, de regreso al país para presentar una muestra homenaje. Eneas, que de chico había tomado clases de pintura, se da cuenta de que sabe poco de Palus. Al ver Carita de ángel, uno de sus cuadros, nota un trazo, una figura que lo impacta: ¿la persona retratada es Laura, su amor adolescente? Por carácter transitivo, se pregunta si entonces Naal Palus no sería Tucho, su perverso mentor. El misterio y la sugestión serán sus impulsos para develar sendos interrogantes.
La saga Batman ha dado espacio a múltiples spin-offs, derivados narrativos que se ajustan a una idea particular. En los films de Nolan se percibe que el miedo no es sólo lo que motiva la conversión de Bruce Wayne sino que ese juego de sombras le permite no caer en el precipicio. Odiseo Sobico (1972) exprime esa cuestión, la da vuelta. A Eneas le importan más las circunstancias que las consecuencias. Motivado por un recuerdo estremecedor que alguna vez estuvo latente, intentará tomar venganza: arrodillarse, como en algún momento él y Laura tuvieron que hacerlo frente a su maestro, sería una buena metáfora para ponerle fin a todo.
Cómic es la primera novela de Sobico, uno de los discípulos iniciales de Alberto Laiseca. Tanto en la composición como en el desarrollo de la narración en sí, Cómic respeta la matriz de las revistas de superhéroes propiamente dichas. Si se desprende el cascarón del fantasy, que Sobico no olvida con buenos matices, queda una historia cercana a la noticia policial visceral. Ese noir visceral se sostiene en lo que Mempo Giardinelli denomina la ética de la verdad del género, que en su búsqueda tematiza las angustias del barrio frente a la solemnidad del campo artístico, pone en tela de juicio hasta qué punto se puede perseguir una idea sin traicionar a su alrededor e insiste en la crudeza de saberse parte o excluido de un contexto determinado. En esos desplazamientos, los detalles cobran sentido.
Odiseo Sobico, Cómic, Alto Pogo, 2014, 202 págs.
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