LITERATURA IBEROAMERICANA

Quizá fue Chesterton, en El hombre que fue jueves (1908), quien inició el subgénero de las sociedades secretas envueltas en conspiraciones imposibles: esas tramas, inciertas y subterráneas, acabaron incorporándose a la vida en un espacio lindante entre el activismo político y el arte contemporáneo. La Oficina de Medidas Insólitas, los situacionistas, el Comité Invisible, los neoístas, la Asociación Psicogeográfica de Londres, la Fiambrera Obrera y toda la resistencia organizada alrededor de la sociedad del espectáculo juegan un papel determinante en Nadia, la nueva novela en la que Robert Juan-Cantavella sigue la pista delirante de Pynchon o de Vonnegut para crear un mundo que se ajusta como un guante a lo que Coleridge llamaba la suspensión de la incredulidad. Ya es una declaración de intenciones que el protagonista se haga llamar Zutano, que haya otro personaje que atienda por Qwerty (que son las primeras letras de la distribución del teclado) o que el argumento se centre en la búsqueda de Europa, una encarnación que se convierte en alegoría al tiempo que opera como escenario, pues son varias las ciudades del Viejo Continente por las que va discurriendo la narración. Nadia Europa es nadie, Nadia es nueva, Europa es nada. 

El gran acierto de la escritura de Juan-Cantavella es el de torpedear cualquier atisbo de verosimilitud utilizando casi exclusivamente sujetos y situaciones sacados de la realidad, que con el filtro de su mirada se antoja extraña y desconcertante: desde el prisma de un humor caricaturesco pero sutil, esa distorsión que parece alucinada y que podría emparentarlo con Eduardo Mendoza, con el Juan Pablo Villalobos de No voy a pedirle a nadie que me crea (2016) y hasta con el Francisco Ibáñez de Mortadelo y Filemón, se basa, sin embargo, en hechos tan ciertos como los que pueda anunciar una película de sobremesa. Porque las figuras de Lombroso, Moniz y el nacimiento de la antropología criminal o de la lobotomía son temas y argumentos tan extravagantes que es difícil concebir que sus grotescos alumbramientos surgieran de la más fértil imaginación humana. Extrañas conjuras contra Reagan o Thatcher o iconos de la contracultura como Abbie Hoffman, Jerry Rubin o Stewart Home se convierten aquí en materia literaria, y muchas veces es complicado discernir dónde lo ficticio se aleja de lo documental o de lo que alguna vez pudo ocurrir. Incluso, alcanzan a tener presencia en el libro entidades mutantes como Luther Blissett, ese recurrido seudónimo multiusuario que llega a sustanciarse como secundario de lujo, desafiando así cualquier noción de confín metaliterario. Si he citado a Thomas Pynchon es porque en la Europa de Juan-Cantavella bien podríamos encontrar el correlato de la América retratada por el escritor estadounidense, un sistema anárquico gobernado por fuerzas absurdas e incontrolables donde nada es lo que parece: los saltos temporales desde el siglo XIX al XXI propician una continuidad dislocada que logra enhebrarse gracias a una perfecta estructura narrativa en la que un simple nombre propio funciona a la vez como prueba, cita y digresión, contribuyendo a trazar una posible historia subterránea en el entramado de una entretenida pesquisa detectivesca que bien podría funcionar como un halcón maltés posmoderno, o incluso como parodia posible de un código Da Vinci que estuviera dedicado a temas tan furiosamente alternativos como el arte urbano, el terrorismo cultural o la teoría conspirativa más reciente. 

El universo que retrata Nadia es un tablero incierto de enemigos indeterminados que no descarta el asombro, un cosmos agazapado tras la máscara y la farsa, y esas falsedades pueden ser formas de gobierno o estrategias de resistencia, poderes fácticos o guerrillas muy difíciles de visibilizar, servicios de espionaje oficial y movimientos de contrainteligencia que se confunden y se solapan. El artefacto que nos propone Juan-Cantavella se demuestra profundamente actual, siniestramente divertido y —como todos los buenos libros— excita la curiosidad de emprender otras lecturas, de adentrarse en otros mundos. 

 

Robert Juan-Cantavella, Nadia, Galaxia Gutenberg, 2018, 340 págs. 

 

24 Ene, 2019
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