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¿Por qué miramos a los animales? La pregunta, claro, pertenece a John Berger y su respuesta apunta directamente a las formas y los dispositivos modernos de sometimiento del animal a manos del hombre. La cuestión, sin embargo, no está tanto en nuestra mirada hacia los animales sino en que ellos nos devuelvan la mirada y, en ese gesto, una imagen de nosotros mismos. “Aquella mirada entre el hombre y el animal, que probablemente desempeñó un papel fundamental en el desarrollo de la sociedad humana y con la que, en cualquier caso, habían vivido todos los hombres hasta hace menos de un siglo, esa mirada se ha extinguido”, escribe Berger.
¿Cuál es entonces nuestra relación imaginaria con los animales? Pensemos, por ejemplo, en el felino. Condensa belleza, destreza, elegancia, sofisticación, ferocidad y misterio. En este universo, la mujer devenida felino adquiere múltiples atributos: vanidad, perfidia, manipulación; aunque también puede convertirse en un animal temible. En todos los casos, siempre independiente y sensual. ¿Cuál es el camino que toma la mujer-yaguareté de La fiera, la obra de Mariano Tenconi Blanco? Veamos: se trata de una mujer simple que, tras la desaparición de su hermana, decide echar mano al mito tucumano del hombre-tigre para transformarse en una especie de heroína de historieta y defender a niñas y mujeres indefensas ante la violencia y la crueldad de los hombres. La fiera deambula solitaria por el campo, a la vera de la ruta, y entra en un baño de hombres con olor a orín y en un prostíbulo. Sin que le tiemble el pulso y al ritmo de “Bombón asesino”, el hip hop, la zamba o la chacarera, va destripando a cuanto sinvergüenza se le cruza por el camino. Al mismo tiempo, la búsqueda de la hermana, presa de una red de prostitución, le da un marco y un tono dramático —también una referencia y una urgencia social— insoslayables.
El lirismo del texto y la música se conjugan con una escena iluminada con neón, una tigresa enfundada en un traje deportivo fluorescente y una historia amarga que se cuenta en el cruce del folclor y el pop. ¿Por qué mirar La fiera? Porque Mariano Tenconi Blanco e Iride Mockert nos devuelven algo de ese universo de imágenes donde los animales salvajes son nuestros dobles indómitos, sexys, libres y justicieros.
La fiera, dramaturgia y dirección de Mariano Tenconi Blanco, El Extranjero, Buenos Aires.
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