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Poesía completa 

Cesare Pavese

OTRAS LITERATURAS

La obra de Cesare Pavese parece signada por la complejidad. En primer lugar, la que le viene dada por las vicisitudes de su vida y unas circunstancias que casi inevitablemente se vuelcan sobre su obra. Su experiencia en prisión y su posterior condena al confinamiento a causa de su relación con los ambientes antifascistas de los años treinta le otorgaron por mucho tiempo un aura de heroicidad que convivió con el ideal decadentista del poeta perdido que él mismo pareció encarnar. Su suicidio, cometido en 1950 a la edad de cuarenta y un años, le sumó a su figura un definitivo elemento de enigma y contenido trágico. Pero además de aquello que puede constituir el mito personal de un escritor, la escritura de Pavese está cruzada por otras complejidades. Novelista, traductor, crítico literario, editor en la célebre editorial Einaudi junto con su amigo Leone Ginzburg, Pavese pareció encontrar en la poesía el lugar donde asumir plenamente lo que se manifestó como su compromiso, por el que parece haberse sentido convocado como si fuese un destino. Todo poeta se enfrenta a un mismo reto: sostener su escritura en equilibrio entre lo concreto y lo abstracto, o entre lo que le viene dado por un impulso vital y lo que recibe ya sedimentado por la historia en el lenguaje. El hecho de que Pavese haya sido además crítico de sí mismo y produjera textos teóricos en los que expuso los presupuestos de su poesía y el modo en que concibió que podía abordarse esa cuestión le agrega a la lectura una complejidad suplementaria. A su práctica poética, que dominaba soberanamente, le añadió una serie de elementos conceptuales (como los de simbolismo mítico o poema-imagen) que, más que reducir o acotar sus poemas, puede decirse que los expanden.

La reciente publicación por parte de editorial Barnacle de Poesía completa en edición bilingüe incluye sus poemarios juveniles Arrebatos, Renacimiento, Las fiebres de la decadencia, Blues de la gran ciudad y Elecciones extravagantes, escritos entre 1923 y 1930, además del consagrado Trabajar cansa y los posteriores La tierra y la muerte y Vendrá la muerte y tendrá tus ojos. La enorme traducción es del poeta y crítico Jorge Aulicino (lo que puede considerarse uno de sus últimos trabajos antes de su reciente fallecimiento), quien firma además un breve pero preciso prólogo que hace de presentación de su obra y en el que sugiere que la Antología de Spoon River de Edgar Lee Masters podría verse como un antecedente de lo que Pavese se propuso en Trabajar cansa. Las historias de sus poemas son “las de personajes que se diría están aislados bajo una misma atmósfera”, señala Aulicino.

Lo cierto es que los poemas de Trabajar cansa, que Pavese publicó en 1936 a los veintiocho años, tienen el tono seguro del escritor que ha llegado a su madurez. Cabría agregar que de madurez poseen no sólo el estilo, sino su tipo de enunciación, que parece más cercana a la de quien observa cómo las fatales fuerzas de lo existente se imponen en definitiva sobre cualquier potencia juvenil. En las colinas y viñedos de su Piamonte natal y en esas existencias del Turín campesino que son el objeto de su obsesión y el tema de sus poemas, el poeta parece haber encontrado una verdad que, aunque haya sido percibida tempranamente, se le ha escapado para siempre. El componente melancólico en los poemas de Pavese, sin embargo, no está tanto en la nostalgia de un objeto perdido (de hecho, es frecuente encontrar en ellos un tono celebratorio más que una lamentación) sino en la escenificación de una conciencia a la que el presente se le ha vuelto inaprensible. Es el poeta quien debe entonces, a pesar del trabajo que esto le exige, tratar de capturarlo a través de su emplazamiento en un orden mítico.

Refiriéndose a la idea de unidad del poema (y del poemario), tan frecuentemente referida, escribió Pavese en su diario: “La unidad no se debe tanto al esqueleto detectable de la trama cuanto a la habilidad bromista de los pequeños contactos, diminutas y casi ilusorias continuidades, a la trama de insistentes retornos que subyacen a cada elemento diferente”. Eterno retorno de lo mismo en los diversos seres singulares que son el cuerpo del poema, podría decirse: Los mares del sur, Las maestritas o Antepasados son una muestra ejemplar del modo en que Pavese plasmó este procedimiento. “Esquivar lo concreto se cuenta entre los fenómenos más inquietantes de la historia del espíritu humano. Existe una extraña tendencia a apuntar directamente a lo más lejano y pasar por alto todo aquello contra lo que, por hallarse en inmediata proximidad, tropezamos continuamente”, escribió Elías Canetti en uno de sus ensayos. El mismo Canetti que definió a Pavese, en otro de sus textos, como “mi exacto contemporáneo”. Esa tensión entre lo más lejano y la inmediata proximidad es con lo que, en sus poemas, y para decirlo con palabras de Canetti, Pavese pareció tropezar continuamente. De cada uno de esos tropiezos parecen haber surgido el más de centenar de poemas que constituyen la edición definitiva de Trabajar cansa.

Cesare Pavese, Poesía completa, edición bilingüe, traducción de Jorge Aulicino, Barnacle, 2025, 600 págs. 

2 Oct, 2025
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