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Una memoria Tosca

RES

ARTE

No cualquier cosa es memoria. Lejos de ser un punto fijo sobre el cual volver para construir una cadena causal que nos ligue al presente, la memoria se muestra como un espacio movedizo, huidizo, que en lugar de estar a la espera, se presenta por sí misma, irrumpiendo sobre la cadena de acontecimientos, para proponer nuevas construcciones de sentido. En esta línea, Walter Benjamin señala cómo la imagen del pasado “se presenta sin avisar al sujeto histórico en el instante de peligro”.

Si el instante de peligro vuelve a tronar sobre América Latina, la constelación de imágenes, objetos y afectos que propone la muestra de RES en Rolf se parece a una liturgia que recupera la memoria del Cordobazo, casi como celebración, como un día festivo, donde se citaron estudiantes, obreros y —¿por qué no?— artistas.

Una memoria Tosca, a la vez que nombra una memoria que se empecina por sobrevivir, recupera la imagen de Agustín Tosco, el mítico dirigente de Luz y Fuerza, figura central durante el Cordobazo. Adrián Cangi, a cargo de los textos, señala el hecho de que la muestra “articula un doble interrogante: aquel sobre los intervalos escurridizos de la memoria y aquel otro sobre el acontecimiento insurreccional”. Es justamente en este doble interrogante donde radica la fuerza de la exposición. Una memoria Tosca, como una imagen verdaderamente dialéctica, vuelve a poner en órbita el Cordobazo cuando estamos próximos a celebrar el medio siglo que nos separa de aquel mayo de 1969. Pero lejos de tomar esto como un acontecimiento lejano, nos interpela por la actualidad de la sociedad en su conjunto, especialmente la cordobesa, puesta en evidencia luego de los últimos procesos eleccionarios.

Como señalamos más arriba, la muestra se propone como una constelación por la que circulan un antiguo Citroën quemado —junto a un video donde se puede ver la quema que RES realiza con artistas y teóricos—, con fotografías sobre el Cordobazo que fueron registradas por las lentes de Guillermo Galíndez, José Ardiles y Osvaldo Ruiz y que actualmente pertenecen al archivo de Luz y Fuerza. Sobre el reverso de esas imágenes de lucha, represión y levantamiento, RES produce otras imágenes que son acompañadas por frases como “Otro 29”, “XEROX”, “Una memoria Tosca” y “Vencer y Vivir”. Presentadas como lados A y B, estas otras imágenes tejen una dialéctica que va desde el archivo de los sucesos hacia pasajes actuales de la ciudad de Córdoba, pero de la cual también forma parte la apropiación que hace de obras de artistas contemporáneos.

La particularidad de este juego es que sólo podemos ver una imagen por vez, lo que nos remite al carácter fugaz de la memoria. Si algo se pierde en el gesto performático de colgar y descolgar las imágenes, también es cierto que propone —en ese mismo gesto— la posibilidad de hacer presente la memoria, esta vez como insurrección.

 

RES, Una memoria Tosca, curaduría de Adrián Cangi, Rolf Art, Buenos Aires, 31 de octubre de 2018 – 8 de febrero de 2019.

 

3 Ene, 2019
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