Inicio » OTRAS LITERATURAS » Aliens y anorexia

Aliens y anorexia

Chris Kraus

OTRAS LITERATURAS

En 1997 Chris Kraus publica su primera novela, Amo a Dick. Unos diez años después el libro se convierte en objeto de culto, se traduce a varios idiomas (es considerado “un ícono del feminismo”, algo que probablemente a Kraus le parezca un gran equívoco) y se adapta al formato audiovisual. La serie está online, se la puede ver en la plataforma Amazon, la dirigió Joey Soloway (la misma de Transparent), con Kathryn Hahn como Chris Kraus, Kevin Bacon como el artista y teórico cultural Dick, y Griffin Dunne como el marido, Sylvère Lotringer, académico que se especializa en el posestructuralismo francés. Amo a Dick (la novela) está narrada en tercera persona e intercala las cartas que el matrimonio Chris-Sylvère le escribe a Dick después de cenar una noche juntos en un restaurante. Para resumir, podríamos decir que la novela despliega una escalada de obsesión que, como toda obsesión, es una construcción ficcional. “Según Sylvère, el amor que siento por ti no es más que el deseo perverso de ser rechazada”, le escribe Chris a Dick. Y Sylvère, por su parte, le dice: “Tal vez sea que aquella noche el viento del desierto se nos subió a la cabeza, tal vez sean ganas de novelar un poco la vida”.

Quince años más tarde, Kraus publica Aliens y anorexia —recientemente traducida por Flor Braier para la editorial Caja Negra—, que podría pensarse como, valga la coincidencia, una suerte de caja negra de aquel otro libro, el registro en negativo de un accidente. Porque si Amo a Dick fue, tarde o temprano, un éxito, Aliens y anorexia no funciona. Y ese es el gran hallazgo y el motivo por el que es todavía mejor que la primera, ciertamente genial, pródiga en frases memorables e ingeniosas, pero demasiado “bien hecha”. Aliens y anorexia, en cambio, se desarma, no termina nunca de definirse, navega entre géneros —el epistolar, el ensayo, la memoria, el diario íntimo, el tratamiento de guion—, comienza y recomienza, asume la imposibilidad de desarrollar una idea, una historia, de unir recuerdos sin producir enchastres, derrames, cortes abruptos, saltos de eje, discontinuidades, contradicciones, de forma tal que, por efecto de lo que parecería ser el azar, los asuntos por los que surfea el texto se encuentran, colisionan y producen una reacción de síntesis en los que obra algún tipo de milagro, el milagro de la inteligencia. Kraus, que trabaja en su texto como una araña en su red, no tiene problemas con empezar, en un nuevo capítulo, a contar algo que ya contó, para después desviarse del tema, agujerear la trama, descoserla.

E increíblemente todo termina teniendo que ver con todo. La rapsodia de biografías de filósofos, artistas, periodistas, poetas, salpicadas por episodios de la vida de la autora, producen pequeños chispazos que iluminan la mente del lector. En esta novela/antinovela se encuentran y se cruzan personajes como la filósofa Simone Weil —de cuyo libro La gravedad y la gracia Kraus toma el título para la película que filmará casi sin presupuesto y sin saber nada de dirección de cine y que será un fracaso rotundo en el circuito de festivales independientes—; su amigo, el artista neoyorkino Paul Thek; la periodista Ulrike Meinhof, líder de la Baader-Meinhof que se suicida en prisión convencida de que es un alien; el  hombre con el que mantiene una relación epistolar sadomasoquista; el poeta David Rattray, su marido Sylvère; su perra salchicha.

En Amo a Dick, el personaje Chris Kraus se veía asaltada por pensamientos e impulsos que le eran extraños y era víctima de una ajenidad de la que era totalmente consciente. En Aliens y anorexia es esa ajenidad lo que Chris, ahora en primera persona, explora. Este es un libro sobre el fracaso, escrito con lucidez y con la gravedad de quien anda a los tumbos, que exhibe los moretones que producen las caídas y la gracia que provocan las elevaciones.

 

Chris Kraus, Aliens y anorexia, traducción de Flor Braier, Caja Negra, 2024, 272 págs.

26 Dic, 2024
  • 0

    Dos relatos indefendibles

    Lord Berners

    Raúl A. Cuello
    23 Ene

    Con el comienzo de su famosa y póstuma nouvelle En torno a las excentricidades del cardenal Pirelli, gran vaudeville donde se da bautizo a un perro, Ronald...

  • 0

    Pompas fúnebres

    Jean Genet

    Marcos Crotto Vila
    16 Ene

    Puede que el origen de la disruptiva prosa mística sucia de Jean Genet (París, 1910-1986) resida en las mil y una vidas que vivió antes de ponerse...

  • 0

    Ágora

    Ana Luísa Amaral

    Raúl A. Cuello
    16 Ene

    ¿Se puede reconocer la diferencia entre un estilo y un recurso?

    Afirmar que el Oulipo es, par excellence, el teatro de operaciones recursivas de la lengua francesa...

  • Send this to friend