Exhibición fundamental de arte argentino en los libros de la poesía y la ficción

Los libros son cuerpos en viaje: “memorias y rizos afectivos”, según relatan Belén Coluccio y Juan Cruz Pedroni, curadores de Exhibición fundamental de arte argentino en los libros de la poesía y la ficción en Local de Artes Recientes (LAR). De manera antológica y ontológica, nos sumergen en un conjunto de relatos sobre el ser nacional.  Son libros usados, recuperados para mostrar la manera en que fueron acompañados e imaginados por los artistas. La segunda versión de la colección Capítulo del Centro Editor de América Latina (CEAL) —biblioteca argentina fundamental publicada en fascículos semanales entre 1979 y 1982 en ediciones de bolsillo— ocupa un lugar central en el aleph del conjunto. De tirada masiva y precios bajos, con circulación en los quioscos de diarios de todo el país, tuvo una clara política cultural de divulgación de una liturgia nacional. O, como dice Borges en sus Textos recobrados: “El mito es la última verdad, lo demás es efímero periodismo”. Las tapas blandas de la colección reproducen títulos y pinturas. La filosofía nacional se vuelve ficción y a la vez afectación. Se tejen constelaciones de hilos invisibles, como en el dispositivo mágico “Vuel Villa” de Xul Solar bajo el título Las revistas literarias. Selección de artículos. Libro, colección y exposición conforman una maquinaria voladora, que es la ciudad, una casa de cartas, un castillo en el aire, una torre de arena. Como dijo Martín Kohan en la inauguración de la Feria del Libro, los libros cultivan “el arte de estar en otro lado”.

La sala estaba vacía cuando entré. Me envolvió una atmósfera de cuento de Silvina Ocampo en el barrio de La Paternal, de una película de Lucrecia Martel, de un cuadro de Balthus o de Berni. Se plegó el tiempo-espacio en varias capas. Otras dos muestras de LAR tiñeron el clima con tonos domésticos y sombríos: Escena interior noche de Pablo Houdin, Fernando Santana y Mariel Uncal, con performance en el camarín de arriba, y La estoica duración de los objetos de Aimé Pastorino en la entrada. Los libros son refugios móviles y LAR se volvió una casa de refugiados y un puesto de saldos. La sala se llenó de fantasmas. Se materializó el pasillo de Puan o de cualquier otra facultad nacional, con muchos, muchos libros, intercambios de gestos y palabras, murmullos y conversaciones silenciosas.

La exhibición es así un gran libro: una arquitectura que aloja relatos en combinatorias infinitas. Exhibición fundamental de arte argentino en los libros de la poesía y la ficción es una exposición y a la vez un juego y un oráculo. La educación libresca es una coreografía sentimental que dicta cuerpos y mentes, la coreografía que bailamos y cantamos por los pasillos de nuestra identidad. Un coro de voces, de arte y literatura, que aquí son lo mismo.

En un juego de cajas dentro de cajas, exposición y libros relacionan tapas y hojas, donde se corresponden, dialogan o combaten pinturas y textos, grabados y tipografías, fotografías reproducidas y reimpresas, textos, poemas, ficciones. Signos en el espacio. Los libros viajan, se comparten y encienden la imaginación, avivados por lxs lectorxs. En la sala de libros dentro de libros conmueve el trato que se les da. Están entre almohadones, un sostén liviano que acuna y une. Le agradezco al arte ese poder de darle forma a la imaginación. Esa mano tendida que sale del texto. Ese pez que baila en el libro.

Exhibición fundamental de arte argentino en los libros de la poesía y la ficción, curaduría de Juan Cruz Pedroni y Belén Coluccio, Local de Artes Recientes (LAR), Buenos Aires, 13 de mayo – 10 de junio de 2023.