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La caja de letras

Javier Sinay

TEORÍA Y ENSAYO

El libro La caja de letras. Hallazgo y recuperación de “Apuntes para la historia del periodismo judío en la Argentina”, de Pinie Katz tiene dos comienzos: el primero es cortesía del autor de la versión y las notas, Javier Sinay, y el segundo, el del propio Pinie Katz. Ambos inicios son asertivos, míticos: “Quien tuviera las letras tendría la palabra”, dice primero (en la paginación) Sinay. “El periodismo judío en la Argentina surge al mismo tiempo, quizás, que la comunidad”, había dicho antes (en 1929) Pinie Katz. En esta suerte de diálogo diferido reside el gran valor de esta obra de reciente aparición: entablar un encuentro intergeneracional, recuperar un texto que pronto cumplirá cien años, para devolverle vigencia a voces olvidadas y a discusiones entre fantasmas, en el apasionante tiempo de entresiglos, con el florecimiento de los inmigrantes y la letra impresa en la ciudad de Buenos Aires.

Para entender en qué se fundan esas frases es necesario atender al contexto. Pinie Katz fue un prolífico periodista, escritor y traductor judío, nacido cerca de Odesa en 1891 y emigrado a la Argentina en 1906, donde vivió hasta su muerte, en 1959. En 1929 publicó los Apuntes…, una historia del periodismo judío en la Argentina, que va desde 1898, con la publicación del primer diario en ídish de Buenos Aires, hasta 1914, cuando sale Di Yidische Zaitung, el primer diario moderno de alcance masivo y que tendrá un largo recorrido. Estos Apuntes fueron publicados en ídish y luego se reeditaron un par de veces más hasta la década del cuarenta. A partir de ahí, fueron referidos cada vez que se mencionaba la historia del periodismo judío, pero no habían vuelto a ver la luz hasta ahora. El periodista y escritor Javier Sinay encontró el libro en la casa de su abuela y lo reconoció como esa pieza fundacional de la comunidad judía que muchos citaban pero que nadie leía. Entonces comenzó la historia de la traducción —asistida— y la publicación de este libro nuevo, que tituló La caja de letras y que firmó con su nombre: tiene sentido, ya que, como se verá, no se trata de una simple traducción del original.

Luego de la introducción de Sinay se pasa a la versión anotada del libro de Katz, que comienza por una “prehistoria” de la colonización judía en la Argentina y que continúa con un relato bastante pormenorizado de muchas de las cuarenta publicaciones periódicas que existieron en los dieciséis años que abarca la investigación. A través de la versión de Sinay descubrimos la escritura detallista y casi picaresca de Katz, quien conoció prácticamente a todos los personajes que allí aparecen (no recurre a otras fuentes que no sean su experiencia personal o las propias publicaciones que conserva en su casa). Como dice Sinay en la introducción, el libro de Katz es en cierta medida un libro de retratos. Y agreguemos: retratos de periodistas judíos de entresiglos o, mejor, de una comunidad que se estaba forjando y que surge al mismo tiempo que su periodismo. La idea de la “caja de letras” abona en ese sentido: el principal problema para publicar un diario en ídish en Buenos Aires era conseguir los linotipos hebreos para la imprenta. Tener las letras era tener la palabra, tal como se cuenta en el relato del primer periódico, Der Viderkol [El Eco].

En este recorrido a través de las publicaciones de los pioneros de la palabra ídish en Buenos Aires, que bien podrían ser útiles para cualquier investigador, quien no tenga estos intereses puntuales puede indagar en el diálogo intergeneracional que se presenta. En la primera parte, Mijail Hacohen Sinay (el abuelo de Javier, autor del mítico Der Viderkol) comenta lo que Katz dice sobre él y su diario (en varias ocasiones, lo desmiente). A su vez, las profusas notas del bisnieto Sinay intentan dar un orden y un contexto a los lectores actuales. Es un diálogo literario que comienza en 1889, con la publicación original de los diarios, sigue en 1929, con la publicación de Katz, va hasta los sesenta, con los comentarios del bisabuelo Sinay, y llega hasta estos días, con la relectura de Javier Sinay. Así, las notas al pie —a veces, hay que reconocerlo, demasiado profusas— son tan relevantes como el texto hallado y conforman la trama. El relato puede entonces leerse como historia, pero también como una fábula novelada de unos pioneros descabellados que intentaron lo imposible para tener la palabra.

 

Javier Sinay (versión y notas), La caja de letras. Hallazgo y recuperación de “Apuntes para la historia del periodismo judío en la Argentina”, de Pinie Katz, Ediciones del Empedrado, 2021, 332 págs.

24 Feb, 2022
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