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Melancolía de izquierda

Enzo Traverso

TEORÍA Y ENSAYO

No es difícil constatar que el vínculo entre pasiones y política está a la orden del día: entre las novedades editoriales se multiplican los títulos que hacen del odio y el miedo, el resentimiento o la felicidad objetos privilegiados de las más diversas indagaciones. En este contexto dominado por las distintas expresiones e inflexiones ideológicas del llamado “giro afectivo”, una lectura crítica de los afectos se revela exigente en lo teórico y urgente en lo político. Comprometido con esta doble tarea, el historiador italiano Enzo Traverso se interroga en su libro más reciente por la dimensión melancólica del pensamiento revolucionario, o mejor dicho, por la actividad silenciosa y persistente de la melancolía como núcleo afectivo, marca sensible y potencia espectral en el corazón mismo de las diversas manifestaciones (y manifiestos) de la cultura de izquierda durante el siglo XX.

Los distintos ensayos que compila el volumen abordan un corpus múltiple de activismos y experiencias, películas, teorías y autores, consignas, imágenes y debates, en fin, una gran parte de ese paisaje emocional y mental que, al decir del autor, configura la historia de los marxismos y la cultura de izquierda en Occidente. Sus preguntas rectoras podrían resumirse como sigue. ¿En qué punto convergen y en cuál se separan una concepción utópica de la historia y una política melancólica de la memoria? ¿Cómo activar las luchas por la igualdad en un siglo como el nuestro, que se abre con el eclipse de la utopía socialista y el triunfo de un capitalismo que se reclama horizonte único e insuperable de las sociedades? ¿Qué tipo de subversión podría ejercer la melancolía en una cultura signada por la derrota, el mutismo y la detención de las energías revolucionarias? En suma: ¿qué fuerza crítica anida en esa melancolía que el autor denomina “de izquierda” y cuál sería exactamente su lugar y su valor para los desafíos ético-políticos del presente?

La respuesta no es simple ya que habría, para Traverso, dos melancolías: una peligrosa y otra fecunda, una fatalista, pasiva y cínica, y otra capaz de instigar, a partir del duelo y la asunción de la pérdida, una genuina transformación. La primera queda estancada en la nostalgia, embotada en el duelo imposible de un pasado del que ya no cabría exhumar ningún pulso emancipador. La segunda, por el contrario —en sintonía con la epistemología alegórica que practicaba Benjamin—, reúne, no sin pena, los objetos e imágenes de un pasado en ruinas a la espera de redención. Esta espera no es, por cierto, ni pasiva ni resignada; exige más bien activar políticamente el hilo rojo que conecta entre sí experiencias pasadas y presentes, que construye la memoria futura con las energías de una materia ruinosa en la que aún se escucha el deseo de una vida emancipada. Si no dejarse abrumar por la pérdida y politizar el recuerdo de las luchas para imaginar un porvenir forma parte del legado más inquietante y subversivo de la concepción marxista de la memoria, resistir su borradura, activar su potencia espectral hoy más que nunca amenazada es, sin duda, una tarea política fundamental.

 

Enzo Traverso, Melancolía de izquierda. Marxismo, historia y memoria, traducción de Horacio Pons, Fondo de Cultura Económica, 2018, 412 págs.

 

Imagen: fotograma de El fondo del aire es rojo, de Chris Marker (1977).

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