Otra Parte es un buscador de sorpresas de la cultura
más fiable que Google, Instagram, Youtube, Twitter o Spotify.
Lleva veinte años haciendo crítica, no quiere venderte nada y es gratis.
Apoyanos.
En la introducción de Mundo loco. Guerra, cine, sexo, Žižek presenta las razones que lo llevaron a titular su obra de esta manera: se trata de un gesto intertextual con la noción de mapeo cognitivo desarrollada por su siempre citado Fredric Jameson, que refiere a la capacidad para orientarnos globalmente, comprender quiénes somos y hacia dónde nos dirigimos. Contrariándolo, el autor esloveno afirma que hoy vivimos y nos relacionamos con el mundo en el marco de una ausencia de mapas cognitivos. Hemos perdido los consensos que nos ayudaban a entender y proyectar nuestro lugar —en tanto comunidad humana— en el mundo, que Émile Durkheim englobaba bajo la noción de conciencia colectiva.
Žižek propone un rápido diagnóstico del presente, en torno a la aún persistente dicotomía entre izquierda y derecha. En su lugar, afirma, surgen nuevas polaridades: la oposición entre una especie de gran partido tecnocrático, conducido por el conocimiento experto y las soluciones técnicas, y el populismo, caricaturizado por sus consignas anticorporativas y antifinancieras. Sin embargo, esta polaridad no está exenta de su síntesis dialéctica: el tecnopopulismo, que Žižek presenta como un movimiento populista en la medida en que proclama trabajar “para el pueblo”, pero al mismo tiempo está íntimamente guiado por una lógica racional basada en el conocimiento experto y el avance tecnológico. El tecnopopulismo —posibilitado por acontecimientos de índole política, económica y cultural— produce lo que el autor denomina una neutralización apolítica: un desplazamiento que reemplaza el conflicto político por una suerte de ilusión de consenso tecnocrático.
Žižek desglosa ese concepto con sutilezas alegóricas. En primer lugar, por medio de una dimensión geopolítica, cuando a través de los conflictos bélicos propone observar una lucha contra los fundamentalismos nacionalistas globales, de modo tal que también la guerra es una máquina que legitima narrativas y restituye relatos políticos. En segundo lugar, aborda sus dimensiones culturales, con el foco puesto en las películas y series del mainstream cinematográfico actual: allí discute el giro moral de Hollywood y la cultura de la cancelación, defendiendo el potencial crítico del cine para revelar fisuras sociales. En último lugar, analiza la dimensión política del fenómeno, específicamente en relación con las políticas vinculadas al intercambio, la sensibilidad, el deseo y el goce.
Hacia el final del libro, retoma y desarrolla el concepto de escasez artificial. Para ello, utiliza como ejemplos el Bitcoin y los NFT, en tanto representan valores de cambio basados en sistemas descentralizados y desestatalizados. El Bitcoin, sostenido por la confianza de sus usuarios en su valor fluctuante, y los NFT, que digitalizan —des-materializan— la apreciación de piezas artísticas o culturales, satisfacen la fantasía libertaria. Este marco celebra su intangibilidad, su desvinculación del control estatal y su naturaleza digital e invisible, promoviendo la descentralización como un atributo positivo. De todas formas, Žižek argumenta que tanto el Bitcoin como los NFT son intentos más o menos exitosos de crear escasez artificial. Este fenómeno está estrechamente vinculado a la economía de servicios de suscripción, donde los usuarios no son dueños de los bienes, sino que acceden a ellos temporalmente. Ese acceso finito estipula una ontología de consumo inmediato que deviene en un proceso de sujeción en el que la persona abandona su carácter de consumidor y se torna usuario. La paradoja es que estas tecnologías, lejos de representar libertad, son más bien nuevas formas de control descentralizado.
Slavoj Žižek, Mundo loco. Guerra, cine, sexo, traducción de Paula Gürtler, Godot, 2024, 160 págs.
Un libro reunido por insistencias: la pregunta de El espíritu del suelo es sobre todo la pregunta por el agotamiento, la invisibilización, la herencia y la descomposición,...
Un cómic pop en la tapa, con una mujer que irrumpe tras un estallido de colores, sonriente, feliz por tener un libro en la mano, y un...
Si la colección Lector&s de Ampersand se propone invitar a escritores diversos a compartir bajo la forma del ensayo la rememoración de sus primeras lecturas, sus derroteros...
Send this to friend