Inicio » OTRAS LITERATURAS » El más y el menos

El más y el menos

Erri de Luca

OTRAS LITERATURAS

El más y el menos ofrece la memoria fragmentada de uno de los escritores italianos más importantes de las últimas décadas. Erri De Luca (Nápoles, 1950) rescata algunos mojones con densidad metafísica para orientarse en el camino recorrido. Ingresan entonces la primera vez que escribió un cuento para cumplir una tarea escolar; recetas de la madre; cuando se fue de su ciudad para no volver; algún enamoramiento; la muerte del padre. Cuando se cansa de su vida, escribe algún que otro relato o los poemas que cierran el libro.

A diferencia de esas memorias de escritores donde el autor quiere que se sepa muy bien qué le gustó leer y qué lecturas lo influyeron, a Erri de Luca ocupar ese espacio no le importa demasiado más allá de referencias menores a Louis Céline, Thomas Mann y T.S. Eliot. Sí hay una bellísima reflexión sobre Giacomo Leopardi por la fascinación ominosa que el poeta mantuvo con el volcán Vesubio cuando se fue a vivir a Nápoles, donde escribió su monumental obra La Ginestra y murió por la epidemia del cólera de 1837.

De Luca prefiere detenerse en algunos relatos orales y consejos de gente analfabeta. Como no podía ser de otro modo, se advierte el paso de su trabajo como albañil y pescador. Brilla algo que se trasluce en su obra: una fraternidad posible entre los humildes. No se trata de un valor uniforme, sino de algo muy breve que pocas veces experimentó, pero que no se olvida. Afortunadamente, aunque conozca bien el mundo del proletariado, no habla como si quisiera representarlos. Asimismo, indaga en la juventud contracultural estudiantil a la que perteneció, aquellos jóvenes del violento marzo romano de 1968, anticipo del mayo parisino, que luego de agarrarse a palos con la policía iban a algún bodegón a cenar, tomar vino y discutir con la generación precedente, aquella que había estado en la guerra y que no entendía cómo esos chicos sin callos en las manos pretendían modificar el mundo de raíz citando a Bob Dylan.

También se incluyen dos tópicos muy recurrentes en su obra. El primero es el alpinismo, no el deportivo, sino el que se hace libre de equipos. De Luca habla de montañas complejas, de alpinistas muertos en otros siglos, de batallas absurdas entre ejércitos por las cumbres, de su padre cuidando mulas allá arriba durante la guerra. El otro tópico es la presencia de figuras de la Biblia para edificar sobre ellas. Así como hace algunos años escribió En el nombre de la madre, un monólogo dramático de la Virgen María, acá, en uno de los relatos que rompen con la memoria, se pone en los huesos de aquel ciego que empieza a gritar cuando Cristo pasa cerca. Luego del milagro, el ciego ya curado puede ver lo que Cristo es en verdad: un hombre con un inmenso poder, no por llamarse el hijo de Dios, sino porque los pobres, una masa potente y mayoritaria, por fin han encontrado a su líder y están dispuestos a matar por él y tomar el control de todas las ciudades de la zona. Sólo esperan una orden mínima, incuso tácita.

Hablemos de fuerza: en su novela El peso de la mariposa era ese peso el que terminaba de derribar al animal más poderoso de la montaña. Siguiendo este viento, El más y el menos concentra la fuerza final y sutil de la vida de Erri de Luca entre pescadores, volcanes, cumbres solitarias y libros sagrados.

 

Erri de Luca, El más y el menos, Traducción de Javier Folco, Portaculturas, 2023, 156 págs.

 

 

14 Mar, 2024
  • 0

    Cinco movimientos de alabanza

    Sharmistha Mohanty

    Manuel Crespo
    16 May

    Al inicio de Cinco movimientos de alabanza, una sentencia salta de la página: “El viajero no elige sus paisajes”. La novela de Sharmistha Mohanty (Calcuta, 1959)...

  • 0

    Inéditos

    Édouard Levé

    Raúl A. Cuello
    9 May

    La aparición en nuestro país de Inéditos del escritor y fotógrafo Édouard Levé abre otra ventana hacia la atribulada, si bien lúdica, mente de un artista cuya...

  • 0

    Decepciones

    Philip Larkin

    Juan F. Comperatore
    2 May

    Reticente a hablar de su propia obra, Philip Larkin consideraba sus poemas lo suficientemente transparentes como para volver superfluo cualquier comentario sobre ellos. En buena medida habían...

  • Send this to friend